Analfabetismo digital: una brecha silenciosa que persiste en Argentina
- Simon Telechea
- hace 15 horas
- 2 Min. de lectura

Aunque Argentina figura entre los países de la región con mayor acceso a internet, el analfabetismo digital continúa siendo un problema estructural que afecta a millones de personas. Tener conectividad no siempre implica saber utilizarla de manera efectiva, y allí se abre una brecha que impacta de lleno en la educación, el trabajo y la inclusión social.
Según distintos estudios recientes, alrededor del 20 % de la población argentina tiene acceso a internet pero carece de los conocimientos básicos para usarlo correctamente, lo que equivale a más de diez millones de personas. A este grupo se suma un porcentaje menor que aún no cuenta con conectividad, especialmente en zonas rurales o sectores vulnerables.
El analfabetismo digital no se limita a la imposibilidad de manejar una computadora o un teléfono celular. Incluye también la dificultad para realizar trámites en línea, evaluar la veracidad de la información, utilizar herramientas educativas o acceder a empleos que hoy requieren competencias digitales mínimas.
La problemática presenta fuertes desigualdades sociales y educativas. Mientras que el acceso y uso de internet supera el 95 % entre personas con estudios superiores, el porcentaje desciende notablemente entre quienes no completaron la educación formal. La edad, el nivel de ingresos y el lugar de residencia también son factores determinantes.
Especialistas advierten que existe una diferencia clave entre el uso recreativo de la tecnología —como redes sociales o mensajería— y el uso productivo, vinculado al estudio, el trabajo y la formación profesional. En ese punto, incluso muchos jóvenes que crecieron rodeados de tecnología presentan carencias significativas.
El impacto del analfabetismo digital se refleja en el mercado laboral, donde cada vez más puestos requieren habilidades informáticas básicas, así como en el acceso a servicios públicos, que avanzan hacia la digitalización de trámites y gestiones.
En los últimos años se impulsaron programas públicos y privados orientados a reducir esta brecha, mediante la entrega de dispositivos, la ampliación de la conectividad y la capacitación docente. Sin embargo, expertos coinciden en que el desafío ya no es solo tecnológico, sino educativo y cultural.
Cerrar la brecha digital en Argentina implica no solo garantizar acceso a internet, sino también formar ciudadanos capaces de usar la tecnología de manera crítica, autónoma y productiva, en un contexto donde lo digital dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad.










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