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Cuestionan a la CGT y reivindican la lucha sindical callejera

  • Simon Telechea
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura


Un duro cuestionamiento a la conducción de la CGT lanzaron desde las 62 Organizaciones «Nueva Generación», acusando a la central obrera de haberse convertido en un espacio de reuniones intrascendentes, sin peso real en las decisiones gubernamentales.

Señalan a quienes abandonaron la lucha sindical para adoptar un estilo de vida empresarial, con autos de lujo y residencias en barrios privados. «No pueden liderar sindicatos si su actitud los aleja de la clase trabajadora», sentencia un comunicado firmado por Ignacio «El Lobo» Rodríguez.

Mientras la CGT enfrenta tensiones internas y críticas por su falta de definiciones, este nuevo agrupamiento sindical asegura estar «en las calles», acompañando a jubilados, asesorando a trabajadores y denunciando la «burguesización» de algunos dirigentes tradicionales. En un comunicado firmado por Ignacio «El Lobo» Rodríguez cargado de autocrítica hacia el sindicalismo tradicional, las 62 «Nueva Generación» destacaron su trabajo territorial: desde gestionar turnos en obras sociales hasta capacitar a los trabajadores en derechos laborales. «No nos reunimos a tomar café, sino a debatir soluciones para quienes representamos», afirmaron, distanciándose de lo que describen como una dirigencia más cercana a los lujos y las multinacionales que a las bases obreras. La crítica apunta especialmente a secretarios generales que, según el texto, han abandonado la lucha sindical para adoptar un estilo de vida empresarial, con autos de lujo y residencias en barrios privados. «No pueden liderar sindicatos si su actitud los aleja de la clase trabajadora», sentenciaron. Frente a lo que consideran una CGT debilitada y sin rumbo, las 62 «Nueva Generación» se presentan como una alternativa unida y combativa, priorizando la presencia en el territorio y la negociación directa con el poder político. «Nuestra obligación no es hacer lo que queremos, sino defender al trabajador», concluyeron, reafirmando su compromiso con una militancia activa y alejada de los privilegios.

El comunicado de las 62 Organizaciones Nueva Generación


Ignacio «El Lobo» Rodríguez
Ignacio «El Lobo» Rodríguez

"Hace rato que venimos diciendo que la CGT ha dejado de ser un sector de poder y un factor de presión. Sus mismos dirigentes reconocen que allí solo se dan reuniones de café y medialunas, pero nada más; que no son tenidos en cuenta ni forman parte de las mesas donde se toman las decisiones de los gobiernos de turno. Por el contrario, en las 62 «Nueva Generación», cada uno de nuestros compañeros está donde debe estar: en las calles, los miércoles, acompañando y luchando codo a codo junto a nuestros jubilados y pensionados. Allí no se ven a los dirigentes sindicales, ni a los senadores o diputados que deberían defender los intereses del pueblo. Nuestros compañeros de las 62 «Nueva Generación» están presentes, ya sea brindando apoyo para conseguir un turno médico y que sean atendidos como corresponde en la obra social, capacitando a los trabajadores para que conozcan las leyes laborales que los respaldan, explicándoles cada artículo de su convenio colectivo, ayudándoles a entender su recibo de sueldo o simplemente escuchándolos. No se imaginan lo importante que puede ser dedicarle quince minutos al otro. Tampoco es novedad que muchos secretarios generales (no todos) se han olvidado de su rol o, quizás, se han aburguesado. Mejor dicho, se han pasado al bando contrario y se han transformado en empresarios, eligiendo una vida opulenta: coches de lujo, casas en barrios privados e incluso inversiones en las mismas multinacionales que dicen combatir en nombre de mejores condiciones para sus trabajadores y afiliados. Con gustos más propios de socios del Jockey Club que de dirigentes sindicales. Desde luego, con esa actitud y postura, no pueden ni deberían encabezar ningún sindicato ni representar a la clase obrera. Mientras ellos se reúnen a comer asados o toman tanto café que a más de uno ya le habrá dado una úlcera, nosotros pateamos las calles y golpeamos puertas hasta ser atendidos. Sí, también nos reunimos, pero para debatir y que cada encuentro sirva para algo provechoso, no para nosotros, sino para quienes representamos. Porque mi obligación no es hacer lo que a mí se me antoja, sino defender los intereses del trabajador y negociar con el poder político de turno. Como decía al principio, hasta dentro de la CGT admiten que «hay temas que no terminan de resolverse» y que la central obrera «debe terminar de definir su funcionamiento», lo que deja en claro la tensión que existe en su interior. Desde las 62 Organizaciones «Nueva Generación», podemos decir que estamos más unidos que nunca."

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