Gobierno de Trump recorta otros US$ 450 millones en subvenciones a Harvard y se suman a los US$ 2.200 millones ya congelados
- Simon Telechea
- 14 may
- 2 Min. de lectura

El Gobierno de Trump recortó otros US$ 450 millones en subvenciones federales a la Universidad de Harvard —además de los US$ 2.200 millones que ya fueron cancelados— aumentando aún más la presión ideológica sobre la universidad más antigua y rica de Estados Unidos, en medio de una batalla más amplia por el control de los campus universitarios.
“Ocho agencias federales de todo el gobierno anuncian la cancelación de aproximadamente US$ 450 millones en subvenciones a Harvard, que se suman a los US$ 2.200 millones que habían sido cancelados” previamente, dijo este martes el Grupo de Trabajo Conjunto de la Casa Blanca para Combatir el Antisemitismo, en un comunicado que calificó al campus de Harvard como “un caldo de cultivo para la falsa moral y la discriminación”.
“Hay un problema grave en el campus de Harvard, y al priorizar la complacencia en lugar de la responsabilidad, los líderes institucionales han renunciado al derecho de la universidad a recibir fondos de los contribuyentes”, decía el comunicado firmado por abogados del Departamento de Educación y del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Harvard es el objetivo más grande —pero no el único— en la ofensiva del Gobierno de Trump contra instituciones educativas de élite, debido a una larga lista de quejas, como iniciativas de diversidad, controles financieros y la admisión de estudiantes internacionales. Universidades como Columbia y Ohio State —el alma mater del vicepresidente J. D. Vance— también han perdido fondos federales, incluso después de ceder ante algunas de las demandas del gobierno.
Miles de millones en el aire hasta el verano
El primer congelamiento de fondos a Harvard se anunció el mismo día que la universidad informó que no aceptaría varios cambios exigidos por el gobierno en una carta del 11 de abril, entre ellos “reformas en la gobernanza y liderazgo” y una auditoría sobre la “diversidad de puntos de vista” entre estudiantes y empleados.
Una semana después, Harvard demandó al Gobierno de Trump, argumentando ante un juez que el gobierno intentaba “usar la retención de fondos federales como palanca para tomar control de las decisiones académicas en Harvard”.
“La universidad no renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales”, dijo el presidente de Harvard, Alan Garber. “Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada puede permitir que el gobierno federal la tome por la fuerza”.
Ambas partes están programadas para presentar argumentos orales en julio, y es probable que los fondos permanezcan congelados hasta entonces.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, dijo el mes pasado a CNBC que la carta inicial del gobierno tenía la intención de abrir una negociación, no de ser una demanda final.
Garber escribió otra carta a McMahon el lunes, en la que afirma que podría haber “puntos en común” entre la universidad y la administración, pero advirtió que los esfuerzos están siendo “socavados y amenazados por el exceso del gobierno federal”.
Además de perder los fondos prometidos, Harvard enfrenta múltiples investigaciones por parte del Gobierno de Trump, que la acusa de posibles violaciones de derechos civiles por su gestión de protestas en favor de Palestina el año pasado y supuesta discriminación por parte de la influyente Harvard Law Review. (CNN)










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